El Tribunal de Distrito de Tokio dictó la pena de prisión que exigía la fiscalía, según Mainichi Shimbun.
La fiscalía reveló que Arai firmó un formulario de consentimiento que prohíbe a los clientes participar en actividades sexuales con masajistas en el momento en que utilizan sus servicios.
Con respecto a la violación, hizo hincapié en que Arai y la mujer estaban solos en una habitación oscura y que ella, unos 20 centímetros más baja que él, tenía mucho miedo del exactor y que era extremadamente difícil oponer resistencia.
La mujer, por su parte, dijo estar «profundamente frustrada» por haber sido tratada como un objeto.
Arai se declaró inocente alegando que había malinterpretado que existía consentimiento por parte de la mujer. El exactor dijo que si bien estaba «un poco preocupado» por el hecho de que ella podría no haberle dado su consentimiento, su creencia de que sí era “más fuerte” que su preocupación.
El hombre de 40 años apeló el fallo. (International Press)
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