En octubre, las ventas de automóviles nuevos en Japón cayeron un 24,9 % interanual, el primer descenso en cuatro meses.
Se atribuye la caída al devastador tifón Hagibis y el aumento del impuesto al consumo a 10 %, que entró en vigor el mes pasado.
La caída de la demanda está comenzando a afectar el empleo en la industria automotriz japonesa, advierte Jiji Press.
Mazda ha dejado de reclutar a nuevos trabajadores con contratos de duración determinada en sus plantas en la prefectura de Hiroshima y en la vecina prefectura de Yamaguchi.
La misma medida ha tomado Honda en una fábrica en la prefectura de Saitama, que produce SUV y sedanes.
¿Hasta cuándo? Ninguno de los dos fabricantes sabe cuándo volverán a contratar a trabajadores de este tipo, generalmente los más afectadas por las fluctuaciones de la economía.
La precaria situación no es solo interna, pues las ventas tampoco pasan por su mejor momento en poderosos mercados en el extranjero, como el estadounidense y el chino. (International Press)
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