La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, continúo este jueves delineando al Ejecutivo con el que espera agilizar la transición y dar solución urgente a la agitada situación en el país, donde ya se empiezan a notar las consecuencias de los bloqueos y las pérdidas millonarias por los disturbios.
Áñez acusó a Evo Morales de ser él quien intentó un golpe de Estado con unas elecciones fraudulentas el pasado 20 de octubre, por lo que garantizó que a partir de este viernes iniciará los trámites para convocar unos nuevos comicios «transparentes».
El pasado domingo la Organización de Estados Americanos emitió un informe sobre graves irregularidades en los pasados comicios tras los que fue reelegido Morales para un cuarto mandato consecutivo, y ese mismo día el líder indígena renunció a la Presidencia para viajar el lunes a México, en condición de asilado.
La gran sorpresa de la jornada fue la designación de la aimara Martha Yujra como ministra de Culturas y Turismo, quien fue ovacionada por los asistentes a la ceremonia en el Palacio Quemado, la sede de Gobierno.
Esta mujer aimara, que viste el típico traje de la chola paceña con sombrero borsalino, manta bordada, trenzas y falda pollera con flecos, es una dirigente sindical de El Alto, ciudad vecina de La Paz.
«Soy una mujer alteña, luchadora de octubre de 2003. Luché junto a mi pueblo para recuperar el gas y 16 años después para recuperar la democracia», aseguró Yujra en un discurso entre español y aimara sobre dos episodios clave en la historia reciente del país, la crisis actual y la «guerra del gas» de 2003.
Junto a Martha Yujra fueron designados los ministros de Hidrocarburos Víctor Zamora; de Salud Aníbal Cruz; de Deportes Milton Navarro, y de Desarrollo Productivo Wilfredo Rojo.
Los cinco nuevos designados se suman a los once nombramientos que la presidenta interina ya juramentó este miércoles, como la titular de Exteriores, Karen Longaric, de los veinte ministerios que dejó vacante la gestión de Evo Morales.
LOS CONGRESISTAS DEL MAS VUELVEN A SESIONAR
El Senado eligió por unanimidad como presidenta a Eva Copa, del Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales, después de que el Congreso hubiera designado también a un parlamentario oficialista frente a un Gobierno interino integrado por opositores.
El MAS tiene mayoría en ambas Cámaras y Eva Copa fue elegida en una sesión con la presencia de 26 de los 36 senadores, 22 del partido de Morales y cuatro opositores.
El presidente de la Cámara de Senadores es el segundo en la línea sucesoria del jefe de Estado en Bolivia, tras el vicepresidente del país y por delante del presidente del Congreso.
NUEVA CÚPULA POLICIAL
La presidenta interina tomó también juramento al nuevo comandante de la Policía, el coronel Rodolfo Montero, quien pidió a las instancias políticas que dialoguen para «resolver sus diferencias, anteponiendo sobre todas las cosas los intereses de la patria y el bienestar del pueblo».
El hasta ahora comandante de la Policía, Yuri Calderón, se despidió de su cargo asegurando estar «con la conciencia en paz», tras los motines policiales registrados desde el viernes y la decisión de esta institución de sumarse «al pedido del pueblo de sugerir» a Morales que presentara su renuncia.
Calderón destacó la decisión «valiente» y «oportuna» tomada por la Policía, que pidió apoyo a las Fuerzas Armadas para unirse y frenar la ola de vandalismo en el país tras la renuncia de Evo Morales.
MARCHAS HACIA LA PAZ
Miles de campesinos e indígenas de distintas provincias del departamento de La Paz marcharon en la ciudad homónima contra el Gobierno interino y para reivindicar la wiphala, la bandera de comunidades originarias y símbolo patrio.
De igual manera, miembros del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq), una organización de pueblos indígenas bolivianos, le entregaron una declaración al ministro interino de la Presidencia, Jerjes Justiniano, en la que piden actos de desagravio a la wiphala.
El alcalde de La Paz, el opositor Luis Revilla, hizo balance de las pérdidas en la ciudad, que en la última semana ha sido el epicentro de violentos disturbios, que ya dejan pérdidas por valor de unos 13 millones de dólares.
Por su parte, la alcaldesa de El Alto, la también opositora Soledad Chapetón, defendió que «unos pocos generan violencia, amenazas y destrozan nuestra casa común. Los pacíficos somos la gran mayoría», ante las acusaciones de que pobladores de esa ciudad son responsables de gran parte de los disturbios en la vecina La Paz.
La empresa estatal Mi Teleférico solicitó ayuda tanto «a la Policía como a las Fuerzas Armadas para que otorguen las garantías necesarias para el resguardo de las vidas» después de que dos personas intentaran subirse a los cables del sistema de transporte para cortarlos.
La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia expresó su «beneplácito» a la presidenta interina y abogó por la normalización de las actividades productivas ante las pérdidas y el desabastecimiento que ya se empieza a notar sobre todo en La Paz.
Según datos oficiales, las protestas han causado ya doce muertos, 508 heridos y 460 detenidos en distintos incidentes en 25 días de manifestaciones. EFE
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