La Administración de Ferrocarriles de Taiwán (TRA) exige una compensación de 20 millones de dólares a la compañía japonesa Sumitomo, y su filial Sumitomo Taiwan, por el descarrilamiento de un tren que mató a 18 personas e hirió más de 100.
El accidente ocurrió el 22 de octubre de 2018.
En un informe elaborado por una firma privada, por encargo de la TRA, se determinó que hubo responsabilidad de la compañía japonesa por fallas de diseño en el tren: del compresor de aire y del cableado del sistema de seguridad de protección automática del vehículo.
La TRA también buscará una compensación de Sumimoto por las pérdidas sufridas por las víctimas y sus familias, revela Kyodo.
Una investigación realizada por el gabinete de Taiwán también atribuyó el accidente a una falla humana.
Mientras tanto, la compañía japonesa que fabricó el tren, Nippon Sharyo, si bien ha reconocido fallas en el plan de diseño, dice que no hubo ningún problema con el sistema de seguridad en sí, diseñado para aplicar automáticamente los frenos cuando el tren supera el límite de velocidad.
Cuando se produjo el accidente, el tren viajaba a más de 140 kilómetros por hora, muy por encima del límite de velocidad de 75 km por hora al entrar en una curva.
El conductor apagó el sistema de seguridad del tren unos 30 minutos antes del descarrilamiento, para aumentar la potencia del tren. Y segundos antes del accidente, estuvo comunicándose para reportar el problema relacionado con la velocidad del tren.
La Fiscalía del Distrito de Yilan, localidad donde ocurrió la tragedia, ha acusado al conductor del tren y a dos supervisores de la TRA por negligencia criminal. (International Press)
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