El gobierno japonés tiene previsto que 47.550 trabajadores extranjeros se sumen al nuevo programa en su primer año de vigencia. Hasta el 18 de octubre, sin embargo, solo 616 poseían la nueva visa.
En los menos de 6 meses que restan para que el sistema cumpla su primer año -así como van las cosas- es imposible que se alcance la meta.
Entre abril y el 18 de octubre, Japón solo recibió 2.258 solicitudes para la nueva visa. Es decir, ni aceptando a todos los solicitantes estaría cerca de llegar a la cifra buscada.
¿Por qué tan pocas personas han obtenido el visado?
Mainichi Shimbun quiso averiguarlo y acudió a la Agencia de Servicios de Inmigración de Japón. Un funcionario explicó que en muchos casos la evaluación y el procesamiento de las solicitudes toman mucho tiempo debido a problemas como la insuficiente documentación.
Otro problema es que la mayoría de pruebas de habilidades que los solicitantes deben rendir para demostrar que están calificados para trabajar en determinada industria aún no se han implementado.
La tarea de elaborar las pruebas de aptitudes y de idioma japonés corre por cuenta de ministerios y agencias gubernamentales.
De estos exámenes están exonerados los aprendices que cumplieron el periodo de tres años de capacitación en Japón. Ellos representan la mayoría de los 616 extranjeros que han obtenido la nueva visa.
La tercera razón no tiene que ver con Japón, sino con los países -como Vietnam- donde se deben realizar las pruebas y que todavía no se han llevado a cabo por problemas internos.
Uno de los 616 extranjeros con el nuevo visado es el indonesio Bima Aji Nugroho, de 26 años.
Bima ya sabe lo que es trabajar en Japón. Fue aprendiz durante tres años en un fabricante de piezas metálicas en la prefectura de Saitama. Llegó a dominar el trabajo, aprendió técnicas de fabricación japonesas e hizo amistades con sus colegas japoneses.
Cuando culminó su periodo de 3 años de práctica quiso quedarse en Japón, pero el programa de capacitación técnica al que pertenecía lo prohíbe, así que tuvo que volver a su país.
Meses después, halló trabajo en un hotel en Tailandia, donde se enteró del nuevo programa de visado y se puso en contacto con su antiguo jefe japonés.
Bima hizo el papeleo necesario, fue aprobado y en septiembre, un año y siete meses después de haber partido de Japón, volvió. «Estoy feliz de estar de regreso en Japón», dijo el indonesio a su arribo al país en declaraciones ofrecidas a Mainichi y prometió trabajar duro.
Su jefe, el presidente de la compañía metalúrgica en Saitama, está contento con el regreso de Bima y espera que se quede los cinco años que dura la visa. (International Press)
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