El bullying, por desgracia, es muy frecuente en las escuelas en Japón. Lo inusual, sin embargo, es que la víctima sea un profesor y que los abusivos sean sus colegas. 4, para ser exactos.
Hace unos días fue noticia en Japón el caso de un joven profesor que fue blanco de maltratos físicos, verbales y psicológicos por parte de cuatro maestros (entre ellos una mujer) de una escuela de primaria en la ciudad de Kobe.
Lo que hace más grave la situación, revela Mainichi Shimbun, es que la directora del colegio estaba enterado, pero no hizo nada.
La directora no sancionó a los maltratadores. Por el contrario, minimizó la situación diciendo que los abusos eran “algunas bromas excesivas entre el personal docente”.
¿Qué era lo que la directora consideraba “algunas bromas excesivas”?
Los agresores, profesores en la treintena y cuarentena, le untaron a su colega curry extremadamente picante en los ojos y lo obligaron a metérselo en la boca. Lo llamaban “basura” e “idiota”. Lo golpearon en las nalgas, con tanta fuerza que le dejaron magulladuras. Dañaron su coche. Lo obligaron a mandar mensajes obscenos a otras profesoras.
En junio, otro maestro (no la víctima) se comunicó con el subdirector para denunciar los abusos.
La directora y el subdirector hablaron con la víctima, un hombre en la veintena, investigaron el caso y comprobaron la veracidad de la denuncia.
Sin embargo, presentaron un informe a las autoridades educativas de Kobe que redujo los abusos a “bromas”, negando la violencia.
La violencia fue descubierta después por la junta educativa de la ciudad. (International Press)
Be the first to comment