En una conferencia de prensa, Miyasako, al borde las lágrimas, dijo: «Por favor, permítanme disculparme con las víctimas de las estafas y con las personas que me han apoyado, a quienes he causado sufrimiento y daño. Este alboroto surgió de mis mentiras irresponsables y egoístas para protegerme. Soy responsable de todo lo que pasó».
La agencia que lo representaba, Yoshimoto Kogyo, decidió rescindir su contrato con el artista. Este, sin embargo, negó su retiro de la industria del espectáculo, informó Mainichi Shimbun.
Miyasako estuvo acompañado en la conferencia de prensa por otro comediante, Ryo Tamura, suspendido por Yoshimoto Kogyo por la misma razón.
Tamura dijo que mintió debido a su “debilidad”. Después de que el escándalo estalló, los comediantes negaron al principio haber recibido dinero por su actuación en la fiesta. Después se rectificaron y confesaron.
«A todos los que han llegado a desconfiar de mis palabras y acciones, lo siento profundamente», añadió.
La organización criminal para la que actuaron los artistas estafaba a ancianos a través de llamadas telefónicas. (International Press)
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