Muchos líderes del G20, reunidos en la ciudad de Osaka, expresaron su inquietud por la intensificación de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, a la que consideran un grave riesgo para la economía mundial.
La cumbre no se desarrolla en un clima de optimismo. De acuerdo con Kyodo, los líderes de las principales economías del mundo son escépticos con respecto a su capacidad para defender conjuntamente el sistema de comercio multilateral amparado en reglas de aceptación global.
El año pasado, durante una reunión en Argentina, el G20 renunció a su promesa de luchar contra el proteccionismo debido a que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insistió con su propuesta «Estados Unidos primero» y evitó los acuerdos multilaterales.
Tampoco es optimista el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que en una conferencia de prensa en Osaka admitió que será «muy difícil tener un gran avance en relación con algunos de los desafíos más difíciles que enfrenta la comunidad internacional».
Sin embargo, los miembros del G20 coinciden en la necesidad de promover el crecimiento global, según un funcionario del gobierno japonés.
Asimismo, coinciden en la «urgencia e importancia» de reformar la Organización Mundial del Comercio (OMC), símbolo del libre comercio multilateral y organismo mediante el cual los países negocian normas comerciales; además, brinda un mecanismo de solución de controversias.
La OMC está en la mira de EEUU, que la acusa de no hacer cumplir sus reglas con respecto a China.
Otro punto crucial de la agenda de la cumbre en Osaka es el tema ambiental. Se espera que los líderes del G20 acuerden poner fin al vertido de desechos plásticos en los océanos del mundo para el año 2050. (International Press)
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