Hoy, un piloto que vuela en estado de ebriedad en Japón puede pasar hasta un año de cárcel o recibir una multa de 300.000 yenes (2.765 dólares). El Parlamento nipón aprobó una ley que eleva las sanciones a tres años de cárcel o una multa de 500.000 yenes (4.609 dólares).
La nueva norma entrará en vigencia por etapas, según Kyodo.
Los incidentes protagonizados por pilotos (y personal de vuelo en general) de aerolíneas japonesas por el consumo de alcohol han obligado a las autoridades en Japón, así como a las propias líneas aéreas, a implantar reglas más estrictas para impedir que se repitan.
Las aerolíneas japonesas han impuesto pruebas obligatorias de alcohol y apartan a los pilotos de los vuelos si se detecta en ellos incluso un nivel muy bajo de alcohol.
La nueva ley también busca reforzar la seguridad de la aviación antes de la entrega prevista para mediados de 2020 del Mitsubishi Regional Jet, el primer avión comercial de pasajeros producido en Japón.
La norma exige a los fabricantes de aeronaves que notifiquen al gobierno los fallos de funcionamiento. El reporte obligatorio es una forma de garantizar que las reparaciones se realicen rápidamente. (International Press)
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