El Ministerio de Asuntos Internos y Comunicaciones de Japón planea reducir el monto de la multa por cancelar un contrato de telefonía celular de dos años a 1.000 yenes (9,2 dólares), informó Yomiuri Shimbun.
Actualmente, los grandes operadores de telefonía móvil cobran 9.500 yenes (87,8 dólares) por la rescisión de un contrato.
A través de la drástica reducción, el gobierno busca que al usuario le resulte más fácil mudarse de operador y fomentar la competencia entre las compañías de telecomunicaciones.
NTT Docomo, KDDI y SoftBank ofrecen paquetes con tarifas reducidas si los clientes firman contratos de dos años.
La multa de 9.500 yenes que el usuario debe pagar por la cancelación del contrato ha sido criticada por su elevado monto, que limita la capacidad de elección del usuario.
Por otro lado, el ministerio prevé imponer un límite de 20.000 yenes (184 dólares) a los descuentos que ofrecen las compañías cuando venden smartphones para evitar la competencia excesiva de precios.
El gobierno espera que las medidas entren en vigor en otoño. (International Press)
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