Ryuichi Iwasaki, el hombre de 51 años que perpetró un apuñalamiento masivo en Kawasaki la semana pasada, vivía con sus tíos, una pareja de octogenarios con los que apenas hablaba.
El caso ha tenido una amplia cobertura de los medios y organizaciones que apoyan a los hikikomori, personas que se aíslan por completo de la sociedad, temen que lo ocurrido alimente los prejuicios contra ellos, revela Jiji Press.
Uno de esos colectivos, Hikikomori UX Kaigi, expresó en un comunicado su fuerte preocupación de que se establezcan vínculos entre los hikikomori y el ataque “debido a la especulación y los prejuicios».
Por su parte, KHJ Zenkoku Hikikomori Kazokukai Rengokai, organización que agrupa a parientes de hikikomori, sostuvo que «el prejuicio y la estigmatización pueden hacer que la brecha entre ellos y la sociedad se amplíe”.
El ensanchamiento de la distancia marginaría más aún a los hikikomori y sus familias, advirtió.
Iwasaki se suicidó después de cometer el ataque, que además de las dos personas muertas, dejó a otras 18 heridas. (International Press)
Be the first to comment