Tetsuro Saito, director de Caritas Gakuen, operador de la escuela Caritas de Kawasaki, declaró a los medios que no encuentra palabras para expresar su indignación por el ataque contra niñas inocentes perpetrado el martes en la mañana y que le costó la vida a una estudiante, mientras que otras 16 resultaron heridas.
Testigo del apuñalamiento masivo fue el subdirector de la escuela, Satoru Shitori, que estaba ayudando a los niñas a subir al autobús en una parada cuando de pronto comenzó a escuchar gritos que procedían del final de la fila de estudiantes.
En declaraciones recogidas por la NHK, Shitori dijo que vio al atacante, armado con cuchillos, apuñalando a las estudiantes.
Cuando Shitori fue tras él, el asesino dejó de acuchillar a las menores y corrió hacia la estación de autobuses. El hombre se apuñaló en el cuello y murió después.
Shitori llamó a la policía y pidió ambulancias.
Sin su intervención, el número de víctimas habria sido mayor. Revisó a las niñas heridas y ordenó a unas 20 estudiantes ilesas que subieran al autobús. Otras 15 se habían escondido en una tienda cercana.
Por otro lado, la escuela convocó a una reunión de emergencia a la que asistieron alrededor de 1.000 padres de todas las escuelas de Caritas, a quienes explicó cómo abordar la situación con sus hijos para mitigar el impacto de la tragedia sobre su salud mental.
Uno de los padres, expresando la impotencia de muchos ante la barbarie producida, dijo que ya no sabe cómo los adultos pueden proteger a los niños y que desea una sociedad donde los pequeños puedan ir a la escuela sin miedo.
El hombre declaró a la NHK que no soporta pensar cómo deben sentirse los padres de la niña fallecida. (International Press)
Be the first to comment