Papel tisú por 594 yenes (5,3 dólares), alrededor de 4,5 veces más que el precio de mercado. Cepillos de dientes por 181 yenes (1,6 dólares) cada uno, 1,7 veces más. Calzoncillos de hombres por 702 yenes (6,3 dólares), 1,4 veces más.
Todos estos son precios de la prisión de Osaka.
El Colegio de Abogados de Osaka denunció que los productos de uso cotidiano se venden a precios tan altos en la prisión que la mayoría de los reclusos no pueden comprarlos, informó Kyodo.
Para los abogados esto constituye una violación de los derechos humanos.
Los reclusos, por lo general, reciben artículos de uso cotidiano, pero también pueden hacer compras por su cuenta a un vendedor designado.
Por su trabajo en prisión, los reclusos reciben aproximadamente 4.500 yenes (40,1 dólares) mensuales, señalaron los abogados.
La organización dijo que si bien la calidad de los productos puede haber mejorado, son demasiado caros, recortando la libertad de los reclusos de comprar artículos de primera necesidad.
Los precios en la prisión subieron después de que el Ministerio de Justicia cambió de vendedor en 2011, designando a una firma con sede en Tokio operada por una importante casa comercial en sustitución de una fundación de exfuncionarios de prisiones.
El ministerio respondió a los abogados que los precios se mantienen lo más bajos posible. Asimismo, dijo que por el momento no tiene planeado revisarlos.
El asunto no es nuevo. En 2016, un recluso de la prisión de Osaka presentó un recurso de derechos humanos por el elevado precio de los artículos.
Además, se han reportado problemas similares en un centro penitenciario de menores en Kawagoe y en la prisión de Yokohama. (International Press)
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