El sábado pasado fueron encontrados los cuerpos de un soldado estadounidense y su novia japonesa en un apato en Okinawa.
La pareja tenía problemas que eran conocidos por la policía local y las fuerzas militares de Estados Unidos, reveló Kyodo.
En enero, EEUU avisó a la policía de Okinawa de que el soldado, identificado como Gabriel Olivero (32), “tenía problemas con una mujer japonesa (de 44 años)”.
La policía se reunió con la mujer varias veces en enero y febrero para garantizar su seguridad.
En marzo, la policía llamó nuevamente a la japonesa y esta les dijo que no había problemas entre ambos y que ella estaba bien.
Sin embargo, el fin de semana pasado murió apuñalada por el soldado, según las evidencias. Luego, el hombre se quitó la vida. (International Press)
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