BugMo Co. Ltd, una pequeña empresa con base en Kioto, ha puesto de moda entre atletas y personas preocupadas por una vida saludable una proteína hecha con grillos (korogi) que han recordado que en Japón el consumo de insectos no es práctica ajena.
«Cricket Protein» se ofrece en una barra de 10gr con sabores de chocolate y matcha mezclados con nueces o pasas. Cada una se elabora con 50 grillos pulverizados a un precio de 500 yenes al público, según informó la agencia Kyodo.
BugMo vende ahora alrededor de mil barras de «Cricket Protein» por mes, pero apunta a expandirse hasta otoño de este año entre 100 clubes de fitness y tiendas de salud. En su página web https://bugmo.jp/ la empresa destaca que el producto no contiene gluten, aditivos ni conservantes artificiales.
Para quienes hacen ejercicios la propuesta es interesante porque una sola barra reúne proteínas, ácidos grasos omega 3 y los nueve aminoácidos «esenciales» para la reconstrucción muscular.
ALTERNATIVA ALIMENTARIA QUE PROTEGE EL PLANETA
Los grillos son dos veces más eficientes para convertirse en alimento que la carne de pollo, al menos cuatro veces más eficientes que el cerdo y 12 veces más que el ganado que suele deforestar miles de hectáreas para alimentarse. También requieren 2.000 veces menos agua y emiten 100 veces menos gases de efecto invernadero, como el metano de las vacas.
En la actualidad la mayor parte del producto se fabrica con polvo de grillo importado de Tailandia, pero la empresa tiene una planta piloto en la prefectura de Shiga con 40.000 grillos.
Yusuke Matsui, el presidente de BugMo de 32 años, dijo que ahora trabaja mucho para que el público japonés supere la repulsión que siente al comer un insecto, con sus patas espinosas, alas, ojos y otras partes del cuerpo poco apetecibles.
«Hay que superar el factor asco. Por eso decidimos convertir los insectos en polvo», explicó.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación hay cerca de 2.000 especies de insectos comestibles que han sido identificados en todo el mundo.
EL JAPÓN QUE COME INSECTOS
En Japón, hay una cultura de comida con insectos en las prefecturas de Nagano, Gifu y en áreas montañosas donde se comen langostas y otros insectos como las pupas del gusano de seda y las larvas de abeja.
Los expertos japoneses, entre quienes hay chefs que han publicado libros con historia y recetas, recomiendan comer, por ejemplo, larvas y saltamontes en primavera, cigarras en verano, avispones japoneses gigantes y orugas sakura en otoño y escarabajos de cuernos largos en el invierno.
En Osaka, a instancias de BugMo, varios cocineros han colaborado en la elaboración de comidas con grillos que se han ofrecido en eventos y ferias. Una foto en el instagram de la empresa muestra una bien servida mesa con espaguetis, tapas españolas y ensaladas con crugientes grillos. (International Press)
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