Las declaraciones del presidente de la Asamblea Nacional de Corea del Sur sobre el emperador Akihito, lejos de disiparse, continúan resonando en Japón.
Ya el ministro de Asuntos Exteriores y el secretario jefe del gabinete de Japón, Taro Kono y Yoshihide Suga, han expresado su rechazo a las palabras de Moon Hee Sang, quien dijo que Akihito debería pedir perdón a las ex esclavas sexuales.
El miércoles se pronunció el primer ministro Shinzo Abe, quien manifestó que muchos ciudadanos japoneses están indignados y sorprendidos por las declaraciones de Moon, que calificó como “extremadamente deplorables”.
Moon dijo que si Akihito tomara la mano de las mujeres forzadas a prostituirse por Japón cuando Corea estaba bajo dominio colonial nipón (1910-45) y les dijera que lo siente mucho, el asunto se resolvería de una vez por todas.
Tras sus controvertidas declaraciones de la semana pasada, Moon se ha reafirmado esta semana en que Japón debe disculparse. Asimismo, ha rechazado la exigencia del gobierno japonés para que se disculpe por sus palabras sobre el emperador. (International Press)
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