Después de interceptarlos, exigieron la entrega de los maletines alegando que el metal había sido contrabandeado.
Los incautos les dieron el oro y los falsos policías huyeron con el botín, 160 kilos valorados en 750 millones de yenes (6,84 millones de dólares).
El Tribunal Distrito de Fukuoka condenó a siete años de prisión a uno de los ladrones (de 36 años) y a cinco años y medio a los otros dos (de 26 y 28 años), informó AFP.
Los 160 kilos de oro fueron robados cuando las víctimas iban a camino a venderlo. (International Press)
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