La Agencia Nacional de Policía de Japón quiere imponer sanciones más duras para las personas que utilizan sus teléfonos celulares mientras conducen.
El objetivo de la policía es endurecer los castigos penales y las sanciones administrativas, detalló Jiji Press.
Hablando con cifras, la policía busca que los conductores que usan sus móviles mientras están al volante pasen hasta seis meses en prisión o reciban una multa de hasta 100.000 yenes / 890 dólares (50.000 yenes / 445 dólares en la actualidad).
Los conductores que generen el riesgo de causar accidentes de tráfico debido al uso de teléfonos móviles pasarían hasta un año en prisión o recibirían una multa de hasta 300.000 yenes / 2.670 dólares (hoy, una pena de prisión de hasta tres meses o una multa de hasta 50.000 yenes).
La agencia prevé presentar un proyecto de ley para revisar la ley de tráfico en la sesión ordinaria de la Dieta del próximo año.
La idea es que las nuevas sanciones entren en vigor a fines de 2019. (International Press)
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