Entre 2010 y 2017, murieron 174 aprendices extranjeros, según fuentes gubernamentales, reveló Kyodo.
132 eran hombres y 42, mujeres. La gran mayoría, 118, eran jóvenes de 20 a 29 años. Cinco eran adolescentes. Es decir, los menores de 30 años representaron alrededor del 70 % de fallecidos.
Muchos murieron debido a accidentes de trabajo, mientras operaban máquinas en fábricas, como cortadoras de metal o equipos de procesamiento de madera.
Trece personas se suicidaron. También hubo fallecimientos por problemas de salud, como un ataque cardíaco y un derrame cerebral.
Dos murieron por el tsunami de marzo de 2011.
Las cifras generan dudas sobre las condiciones de trabajo de los aprendices extranjeros mientras Japón se prepara para admitir a más trabajadores extranjeros a partir de abril, según Kyodo.
La oposición exige al gobierno que investigue las muertes ante la posibilidad de que los aprendices estuvieran sometidos a duras condiciones laborales, así como que mejore el programa de capacitación técnica antes de que entre en vigor el nuevo sistema.
Japón estableció el programa de capacitación en 1993 con el objetivo de transferir competencias a los trabajadores de países en desarrollo. Sin embargo, el programa ha sido criticado como fuente de explotación y maltratos laborales.
Alrededor de 258.000 aprendices extranjeros trabajan en Japón, según información de octubre de 2017. (International Press)
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