Un sindicato reveló que casi 3.000 extranjeros que trabajaban en la planta de Sharp perdieron sus empleos, informó Kyodo.
Los extranjeros fueron contratados por unas diez subcontratistas de Sharp en Mie y enviados a la planta del gigante japonés.
Durante la negociación colectiva el mes pasado, los empleadores le dijeron al sindicato que el número de trabajadores extranjeros en la planta había caído de 3.000 a aproximadamente 100.
El recorte masivo, explicaron, se debió a la reducción en la producción de pantallas de cristal líquido para teléfonos inteligentes.
Uno de los subcontratistas sostuvo que algunos trabajadores se retiraron voluntariamente. La mencionada subcontratista, junto a tres o cuatro más, comenzaron a reclutar nikkei brasileños y peruanos desde 2013. A la fábrica de Sharp enviaron más de 2.000 trabajadores extranjeros.
Anticipándose al posible recorte de la producción de Sharp, las subcontratistas renovaban los contratos cada dos meses.
Sharp se ha abstenido de pronunciarse sobre el caso alegando que no contrató directamente a los extranjeros.
El caso ha llegado a los medios mientras el gobierno prepara un plan para ampliar el número de trabajadores extranjeros en el país desde abril de 2019 ante la escasez de mano de obra.
«Hasta los descendientes de japoneses se ven obligados a trabajar en un entorno desventajoso. Es evidente que a los trabajadores extranjeros que serán aceptados después (con el nuevo plan) también se les negarán sus derechos humanos», dijo Hojo Hirooka, secretario general del sindicato de Mie. (International Press)
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