Alrededor de dos tercios de los aprendices extranjeros que huyeron de sus lugares de trabajo en Japón dijeron que ganaban por debajo del salario mínimo, reveló la oposición tras analizar los resultados de un estudio realizado el año pasado por el Ministerio de Justicia.
1.939 de los 2.870 aprendices recibían menos de 714 yenes (aproximadamente 6,31 dólares) por hora, el salario mínimo en las prefecturas de Okinawa y Miyazaki en 2016.
292 aprendices, poco más del 10 %, trabajaban 80 horas o más de tiempo extra por mes, superando el límite a partir del cual aumenta el riesgo de morir por exceso de trabajo.
Las cifras difieren mucho de las reveladas por el Ministerio de Justicia de Japón, que dijo que 1.929 aprendices habían abandonado sus lugares de trabajo por los bajos salarios, de los cuales solo 22 dijeron que ganaban menos de la paga mínima.
Lo cierto, según la oposición, es que no eran 22, sino 1.939 los aprendices cuya remuneración estaba por debajo del salario mínimo.
El Ministerio de Justicia también dijo que el 86,9 % había huido en busca de una mayor paga. Sin embargo, la opción “mayor paga” no figuraba entre las posibilidades de respuesta ofrecidas a los aprendices durante el sondeo.
Las entrevistas fueron realizadas por oficiales de inmigración a aprendices extranjeros detenidos después de desaparecer de sus lugares de trabajo.
El programa de capacitación técnica que patrocina el gobierno de Japón ha estado en el centro de la discusión sobre el proyecto de ley presentado por el Ejecutivo en la Dieta para ampliar el número de trabajadores extranjeros en el país.
La oposición rechaza el proyecto alegando que es flojo y critica las prisas que tiene el gobierno por aprobarlo. Además, exige que primero se resuelvan los problemas de los aprendices extranjeros antes de crear un nuevo programa. (International Press)
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