«Quisiera disculparme y expresar mi más profunda gratitud a todos los que trabajaron para asegurar mi liberación y a los que se preocuparon por mí. Muchas gracias», dijo el periodista japonés Jumpei Yasuda durante su primera intervención pública en Japón tras su retorno al país.
El periodista se inclinó profundamente para expresar su pesar y lamentó haber involucrado al gobierno de Japón en su caso, informó Mainichi Shimbun.
El hombre de 44 años aterrizó en Japón el 25 de octubre. Desde entonces ha estado en el hospital para chequear su salud y hasta hoy evitó las apariciones públicas para no exponerse a situaciones de estrés.
Sin embargo, decidió hablar porque considera que es su responsabilidad explicar lo que le pasó.
El periodista dijo que después de tener acceso a un documento interno que pertenecía al grupo Estado Islámico decidió entrar a Siria para investigar con mayor profundidad.
Yasuda entró a Siria desde Turquía, guiado por dos hombres que poco después de cruzar la frontera lo tomaron del brazo y lo obligaron a subir a una camioneta. Ahí comenzó su pesadilla.
Nunca le dijeron el nombre del grupo que lo mantenía secuestrado. Estuvo cautivo en alrededor de diez lugares. Uno de ellos era una instalación de gran tamaño, donde había otros rehenes.
El 23 de octubre de este año, el gobierno de Qatar informó al de Japón de que Yasuda había sido liberado. Al día siguiente, las autoridades japonesas confirmaron que el periodista estaba en un centro de inmigración en Turquía.
Yasuda estuvo más de tres años secuestrado en Siria, país al que ingresó en 2015 para cubrir la guerra civil.
El gobierno de Japón, según la NHK, negó haber pagado un rescate por la libertad de Yasuda, pero dijo que Qatar y Turquía contribuyeron a su liberación. (International Press)
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