Emiri Suzaki, una mujer de 49 años, se acercó el lunes a la estación de policía de Ogu, en Tokio, para confesar que “hace unos cuatro o cinco años” dio a luz a un bebé muerto y que desde entonces había dejado el cadáver en varios casilleros operados con monedas.
La mujer fue arrestada por la policía de la capital japonesa acusada de abandono de cadáver, informó Tokyo Reporter.
Con la información suministrada por Suzaki, la policía encontró el cuerpo del bebé envuelto en una bolsa de plástico dentro de un bolso colocado en un casillero en la estación de Uguisudani.
Suzaki dijo que al ver al bebé muerto entró en pánico. Dejó el cadáver en un casillero y durante todos estos años estuvo trasladando el cuerpo de un locker a otro.
La mujer dijo que decidió entregarse a la policía después de perder la llave del último casillero donde dejó a su bebé. (International Press)
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