En medio de una escasez de trabajadores debido a la disminución de la población laboral de Japón, está aumentando la proporción de trabajadores de tiendas de conveniencia extranjeros.
El número de extranjeros que trabajan en las cuatro grandes cadenas de tiendas de conveniencia de Japón ascendió a un máximo histórico de 55.300 el mes pasado.
La proporción de personal no japonés en los establecimientos de Seven-Eleven fue de 7,9 %; 5 % en FamilyMart; 5,8 % en Lawson; y 9,7 % en Ministop.
La mayoría de los trabajadores son personas de otros países asiáticos que estudian en escuelas de idioma japonés o institutos profesionales. Por ley, solo pueden trabajar hasta 28 horas a la semana.
La Asociación de Franquicias de Japón (JFA por sus siglas en inglés) prevé presentar una solicitud ante el Ministerio de Justicia para que los trabajadores de las konbini sean incluidos en la nueva categoría de estatus de residente que Japón establecerá para ampliar el número de trabajadores extranjeros en el país, revela Mainichi Shimbun.
Todas las cadenas de tiendas de conveniencia de Japón pertenecen a la asociación.
La nueva categoría de visado abarcará al menos cinco campos: construcción, agricultura, cuidado de personas, construcción naval y hotelería. No incluye el trabajo en tiendas de conveniencia.
Se beneficiarán del nuevo sistema los aprendices que han completado el periodo de cinco años de capacitación, así como los extranjeros que han cumplido con ciertas normas de trabajo calificado y tienen dominio del idioma japonés.
El trabajo en konbini tampoco está cubierto por el programa de capacitación técnica que impulsa el gobierno para inculcar habilidades laborales a extranjeros que al cabo de un determinado periodo deben retornar a sus países a aplicar lo aprendido. Por ello, la mayoría de trabajadores extranjeros en las tiendas de conveniencia son estudiantes.
La JFA tiene previsto unir esfuerzos con el Ministerio de Economía para convencer al Ministerio de Justicia de agregar a las tiendas de conveniencia a las industrias cubiertas por la nueva categoría.
«La industria de las tiendas de conveniencia enfrenta una seria escasez de trabajadores», advierte un alto funcionario de la JFA, que desmiente que el trabajo en una konbini sea “simple” como se cree.
Trabajar en una tienda de conveniencia requiere “un alto nivel de competencia en múltiples áreas, tales como el servicio al cliente, el pedido de productos y la gestión de inventarios. No es un trabajo simple en absoluto”, dice.
La asociación también prevé solicitar al gobierno elevar el límite legal de las horas de trabajo de los estudiantes extranjeros y que las tiendas de conveniencia se incluyan en el programa de capacitación técnica.
El trabajo en las konbini, sostiene la asociación, puede enseñar a los aprendices a dirigir una tienda y suministrarles conocimientos útiles para que abran sus propios negocios en sus países de origen. Además, estos aprendices, con experiencia en Japón, podrían contribuir a la expansión de las cadenas de tiendas de conveniencia japonesas en el extranjero.
Al margen de lo que finalmente decida el gobierno, las grandes compañías niponas ya están adoptando medidas para ampliar su personal extranjero.
Por ejemplo, Lawson tiene cuatro centros de formación en Vietnam y Corea del Sur, donde los alumnos aprenden japonés básico y cómo operar una caja registradora antes de viajar a Japón. Hasta el momento, 200 estudiantes han pasado por el programa.
Por su parte, Okinawa FamilyMart tiene un programa de prácticas de dos meses en julio y agosto para estudiantes universitarios taiwaneses. Un representante de la cadena revela que durante el verano muchos turistas chinos y taiwaneses visitan la prefectura, y el hecho de tener personal que pueda comunicarse con ellos en su idioma materno ayuda mucho.
Mientras tanto, Seven-Eleven inició un programa de prácticas para estudiantes universitarios vietnamitas en julio de este año. (International Press)
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