¿Qué escenario crearía en el área metropolitana de Tokio una erupción del Monte Fuji? ¿Qué medidas de prevención deberían tomar las autoridades japonesas para minimizar los daños?
En busca de respuestas a preguntas como estas, un panel del gobierno de Japón comenzó sus funciones el martes, reveló la agencia Kyodo.
Si el Fuji, el pico más alto de Japón (3.776 metros), entra en erupción las cenizas volcánicas probablemente sumirían a Tokio en el caos.
El grupo formado por 14 personas, con el profesor de la Universidad de Tokio, Toshitsugu Fujii, a la cabeza, evaluará la velocidad de la caída de las cenizas volcánicas y su alcance, así como su volumen, la dirección del viento y la duración de la erupción.
Así mismo, estudiará el impacto en la infraestructura de transporte y en los suministros de electricidad y agua.
Para ello, tomará como referencia la última erupción del Fuji, en 1707, que duró 16 días y generó cuatro centímetros de ceniza volcánica. No se registran signos de actividad en el volcán desde la década de 1960.
Los expertos deberán elaborar una propuesta en el plazo de un año que, entre otras cosas, propondrá medidas para deshacerse de las cenizas volcánicas.
El informe probablemente servirá como insumo de los planes de gestión de desastres de los gobiernos locales.
Un estudio efectuado por otro panel gubernamental determinó que habría hasta 10 centímetros de cenizas volcánicas en Tokio en caso de una erupción del Monte Fuji. La nueva investigación corroborará o corregirá el cálculo. (International Press)
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