La chica tiene 18 años, reside en Osaka y se está preparando para el examen de ingreso a la universidad. Debería estar 100 % concentrada en sus estudios, pero no lo está por culpa de su madre. Para ser más precisos, por culpa de la relación extramarital de su madre.
La infidelidad de su mamá no es reciente. La chica, que mantiene en reserva su identidad y le escribe a Yomiuri Shimbun en busca de consejo, revela que supo que su mamá tenía una relación extramatrimonial cuando estaba en quinto grado de primaria.
La chica encontró cartas de su madre dirigidas a un hombre en el que había escrito frases como «Te amo» y «Quiero verte más», así como mensajes del sujeto en el teléfono móvil de ella.
El papá no sabía nada. Se enteró después, cuando la chica estudiaba en secundaria. En aquella época, la mamá llegaba tarde a casa.
La adolescente recuerda que su mamá salía a menudo y no cocinaba. Ella misma tenía que prepararse la comida. Era difícil para ella lidiar con la situación en soledad, pues no podía contarles a sus amigas lo que hacía su madre.
Cuando el papá descubrió la infidelidad se fue de casa. Estuvo fuera una semana. El papá regresó, pero más o menos al mes la mamá volvió a las andanzas con el otro hombre.
En fin, el asunto es que su mamá sigue con el hombre. ¿Y qué pinta el papá? Parece resignado, pues no dice nada.
Ahora bien, la mamá es una persona agradable. La adolescente cuenta que su madre es alegre y le cae simpática a todo el mundo. Pero “tiene un lado infiel”.
“Me gusta mi madre como persona, pero no me gusta como madre”, dice la chica. “¿Que debo hacer?”, pregunta.
La escritora Megumi Hisada le responde a través de Yomuiri.
“Eres una persona fuerte. Estás observando con calma la situación de tus padres. Además, la rechazas a ella como madre pero aún así la aceptas como persona y no has perdido tu cariño hacia ella”, afirma.
Con respecto al papá dice: “Tu padre está aguantando esta absurda situación sin separarse de su esposa infiel. Esto probablemente significa que tu madre tiene algún tipo de encanto que le impide ser juzgada según las normas sociales”.
La escritora recomienda a la chica dejar el asunto en manos de sus padres, pues ellos tienen la responsabilidad de poner fin al problema.
“Prioriza tu propia vida”, le aconseja.
¿Qué significa eso? “Mirar hacia un futuro de independencia, viviendo separada de tus padres”. Estudiar en la universidad surge como la primera meta a alcanzar.
Finalmente, Hisada le dice que después hable con sus padres y les “sugiera” que terminen su matrimonio, y que construya relaciones individuales con cada uno de sus progenitores. (International Press)
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