En 2006, una mujer filipina que vivía en Japón le dijo a Hiroko Ishihara que nunca les enseñaría su lengua materna a sus hijos pues el idioma no se usaba en Japón. Además, su esposo japonés le dijo que no hablara con los hijos que la pareja tenía en ningún idioma que él no entendiera.
Ishihara quedó sorprendida por el hecho de que la filipina descartara su propio idioma. «Es triste que algunos residentes extranjeros crean que sus lenguas maternas obstaculizan sus vidas en Japón», dice.
Esto animó a Ishihara, una mujer de 74 años, a crear Rainbow, una organización con sede en Tokio que ayuda a los extranjeros.
Rainbow ha traducido libros ilustrados japoneses a varios idiomas, entre ellos el español, y los ha publicado en línea para que los extranjeros que residen en Japón valoren sus idiomas maternos, revela Mainichi Shimbun.
«Estaríamos contentos si nuestros esfuerzos pudieran ayudar a quienes vienen de otros países a valorar sus propios idiomas», dice Ishihara, que contó con la colaboración de estudiantes de una escuela de idioma japonés donde trabaja como voluntaria.
Después de traducir los libros, el grupo creó videos con subtítulos que ha publicado en YouTube.
Rainbow ha traducido 17 libros, entre ellos «Urashima Taro» y «Kaguyahime», que son viejas historias japonesas para niños, a 25 idiomas, y realizado unos 150 videos.
El grupo ha entregado algunos de los videos y DVD a organizaciones que enseñan japonés a extranjeros y a escuelas de primaria en Japón.
Los videos pueden verse en http://www003.upp.so-net.ne.jp/ehon-rainbow/. Para más información: nihongo_crayons@yahoo.co.jp. (International Press)
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