La irregular práctica de recortar los puntajes de las mujeres que daban el examen de ingreso a la Universidad Médica de Tokio para limitar el alumnado femenino era un secreto a voces, a juzgar por lo que se está informando.
Peor aún, no se circunscribía a la mencionada universidad. Muchas jóvenes que aspiran a ser médicas lo sabían. Un mujer de 18 años que se prepara para estudiar medicina le dice a la agencia Kyodo: «He oído que muchas universidades de medicina (en Japón) manipulan las puntuaciones en los exámenes de admisión para dar una puntuación más alta a los hombres».
Un profesor que lleva 25 años enseñando en una escuela de preparación para las universidades médicas en Tokio les advierte a sus alumnas de que las mujeres están en desventaja con respecto a los hombres para ser admitidas.
De acuerdo con cifras del gobierno de Japón, la proporción de alumnas en las facultades de medicina aumentó fuertemente de 18,8 % en el año fiscal 1987 a 30 % en el año fiscal 1997.
Sin embargo, desde entonces el porcentaje apenas ha aumentado: 32,6 % en el año fiscal 2007 y 33,3 % en el año fiscal 2018.
Volviendo a la Universidad Médica de Tokio, este centro de estudios adulteraba los puntajes para que la proporción de alumnado femenino se mantuviera en alrededor de 30 %.
Con esto querían limitar el número de médicas debido a la creencia de que muchas renuncian o toman permisos largos cuando se convierten en madres, causando una escasez de médicos.
Lo sorprendente es que un sondeo en línea revela que el 65 % de médicas “puede entender” que la Universidad Médica de Tokio redujera los puntajes de las mujeres postulantes. Muchas médicas creen que eso es inevitable porque los médicos deben soportar cargas extra de trabajo cuando sus colegas mujeres no pueden trabajar debido a un embarazo, un parto o el cuidado de los niños.
La encuesta fue realizada por el sitio M. Stage, que publica una revista digital para médicas.
Una médica en la cuarentena expone a Kyodo sus sentimientos encontrados con respecto al tema. Por un lado, rechaza la discriminación contra las mujeres en la admisión a las universidades («las mujeres son claramente mejores que los hombres en los exámenes»), pero, al mismo tiempo, dice que duda si sería “bueno aumentar el número de doctoras, digamos, hasta un 80 % del total”.
Este año, las mujeres representaron el 34 % de las 9.024 personas que aprobaron el examen de certificación nacional para convertirse en médico.
El mayor obstáculo para aumentar el porcentaje de mujeres admitidas en las facultades de medicina parece ser la fuerte creencia que aún subsiste en Japón de que las mujeres deben dedicarse principalmente a criar niños y realizar tareas domésticas, según Kyodo.
Esto, sumado a las largas horas de trabajo en Japón, especialmente para los médicos, hace que sea extremadamente difícil que las médicas puedan seguir trabajando después de dar a luz.
En 2016, las mujeres representaron el 21,1 % de todos los médicos en Japón. Alrededor del 85 % estaba especializada en áreas como la dermatología o la oftalmología porque en ellas resulta más fácil establecer horarios fijos, como de oficina. Solo el 5,8 % de las médicas eran cirujanas. (International Press)
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