En el conjunto residencial Yokoku Danchi, ubicado en la ciudad de Higashi-Hiroshima, había 49 casas. 20 de ellas fueron destruidas o inundadas por los deslizamientos de tierra y los desbordes causados por las lluvias torrenciales en el oeste de Japón. Sin embargo, ninguno de los residentes murió o resultó herido.
¿Un milagro? ¿Suerte? No. Los simulacros de preparación para desastres que regularmente se realizan en esta comunidad y el gran trabajo de prevención de uno de sus habitantes, un hombre de 75 años llamados Akiyoshi Ono, han sido decisivos para no tener que lamentar ninguna muerte, destaca Asahi Shimbun.
El casi centenar de residentes de Yokoku Danchi debe su vida, en gran parte, a Ono, que ha pasado los tres últimos años organizando ejercicios de preparación para salvaguardar la vida de la gente ante desastres como el ocurrido.
Ono dice que ver imágenes del tsunami de 2011 le hizo darse cuenta de que un desastre podía ocurrir en cualquier lugar y que había que prepararse antes de que fuese demasiado tarde.
Las alarmas comenzaron a activarse el 6 de julio a medida que se intensificaban las lluvias. Una mujer de 90 años, que sufrió la guerra, dice que la situación le recordó un “ataque aéreo”.
La nonagenaria tiene un esposo de 83 años. Ambos tienen dificultades para caminar, así que era consciente de lo difícil que sería evacuar por sus propios medios.
Pero la anciana estaba preparada. Su esposo y ella tenían un “helper” designado para situaciones de emergencia. Su helper es Ono. La mujer llamó a este por teléfono y le preguntó si podía llevarlos a un centro de evacuación.
Ono condujo hasta la casa de los ancianos, los recogió y los llevó hasta un refugio administrado por las autoridades municipales.
Un alud alcanzó al conjunto residencial al día siguiente.Un tercio de los residentes, entre ellos ancianos y personas con problemas de movilidad, ya se habían refugiado en sitios seguros.
Dos veces al año, los residentes realizan simulacros de evacuación para prepararse ante una posible inundación o derrumbe.
Ono creó el sistema de helpers. Hay cinco designados para esa importante labor. Se le ocurrió la idea después de darse cuenta de que en la comunidad vive gente anciana y personas con problemas de movilidad que tendrían problemas para ponerse a salvo en situaciones de emergencia.
Los helpers están entrenados para rescatar a los residentes a su cargo. Incluso están preparados para llevar a personas sobre las espaldas usando un cinturón especial.
Además, Ono ha establecido un área segura en un terreno desocupado y se mantiene en contacto con las autoridades. Invitó a un funcionario municipal para que ofreciera un taller de preparación para desastres y lleva consigo un mapa de riesgos a todas partes. Difícil encontrar a alguien más previsor que él.
El desastre ha causado más de 200 muertos. La prefectura con el mayor numero de víctimas mortales es Hiroshima. (International Press)
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