Mazda reabrió el jueves dos de sus plantas en el oeste de Japón, que habían paralizado sus operaciones debido a las inundaciones y los derrumbes causados por las torrenciales lluvias.
Las fábricas estaban cerradas desde el sábado.
La compañía nipona decidió poner nuevamente en funcionamiento sus fábricas en la ciudad de Fuchu, prefectura de Hiroshima, y en la de Hofu, prefectura de Yamaguchi, después de confirmar que sus trabajadores podían llegar al trabajo de forma segura.
Sin embargo, en la planta de Fuchu el horario de producción será recortado hasta el 20 de julio debido a problemas de tráfico.
Si bien las instalaciones no sufrieron grandes daños, las casas de más de cien empleados de la fábrica de Fuchu sufrieron inundaciones.
Las dos plantas son muy importantes, pues representan alrededor del 60 % de la producción total de Mazda.
Por otro lado, Mitsubishi decidió reanudar sus operaciones en su planta en la ciudad de Kurashiki, prefectura de Okayama, el jueves. El fabricante japonés también mantuvo cerrada su fábrica para garantizar la seguridad de sus empleados. (International Press)
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