Entre 1992 y el 21 de enero de 2018, Yoshitane Yamasaki, un hombre de 73 años, y su esposa mantuvieron encerrado a su hijo en una jaula de madera en su casa en la ciudad de Sanda, prefectura de Hyogo.
El hijo tiene 42 años y sufre una enfermedad mental.
Yamasaki fue sentenciado a 18 meses de prisión, una pena suspendida durante tres años, informó la agencia Kyodo.
El confinamiento del hijo comenzó en 1992, pero los cargos contra Yamasaki se contaron desde abril de 2013 debido a una ley de prescripción.
La jaula medía un metro de altura, 0,9 m de ancho y 1,8 m de largo. Solo le permitían salir dos veces a la semana para alimentarse y bañarse.
El Tribunal de Distrito de Kobe sostuvo que Yamasaki no hizo suficientes esfuerzos para encontrar medios alternativos para lidiar con la situación de su hijo y «dañó significativamente su dignidad» al mantenerlo encerrado en una jaula.
Sin embargo, el tribunal señaló un atenuante para decidir la pena suspendida: la falta de apoyo social para personas con problemas mentales como el hijo del anciano.
La defensa había solicitado una sentencia suspendida alegando que Yamasaki no recibió el apoyo adecuado de los servicios de bienestar.
Yamasaki dijo que encerró a su hijo debido a su comportamiento violento y que acudió a un funcionario de la ciudad hace más de 20 años en busca de ayuda, pero que no recibió ninguna respuesta cuando le mostró la jaula.
La esposa de Yamasaki murió en enero. (International Press)
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