El asesinato de un guardia de seguridad de una escuela de primaria en la ciudad de Toyama el martes ha conmocionado a la comunidad educativa de Japón y generado preocupación sobre la seguridad en los colegios.
Keita Shimuza, un hombre de 21 años que perteneció a las Fuerzas de Autodefensa de Japón, le robó su arma a un policía en un puesto policial, le disparó, salió del lugar e ingresó por la puerta principal a la escuela, donde asesinó al guardia de seguridad.
El incidente tuvo lugar en un día laborable a plena luz del día.
En junio de 2001, un hombre, cuchillo en mano, irrumpió en una escuela en Osaka y asesinó a ocho niños e hirió a 15.
Tras la matanza, las escuelas de todo el país tomaron medidas para evitar el ingreso de extraños, revela Mainichi Shimbun. En 2002, el Ministerio de Educación de Japón elaboró un manual de gestión de crisis para que las escuelas supieran cómo controlar el ingreso de personas sospechosas.
En el año académico 2015, el 97,7 % de las escuelas de primaria había tomado medidas de protección, como la instalación de cámaras de seguridad.
El 96,2 % tenía sasumatas, armas en forma de Y que terminan en punta, para defenderse de los intrusos. Alrededor del 20 % contaba con gases lacrimógenos. Además, muchos colegios habían realizado simulacros en coordinación con la policía.
La escuela de Toyama donde ocurrió la tragedia estaba preparada. Cuando recibieron información sobre el ataque en el puesto policial, situado cerca del colegio, el director ordenó a los profesores que se mantuvieran alertas en el primer piso armados con sasumatas, mientras que los alumnos fueron evacuados a un gimnasio.
Sin embargo, el hombre llevaba un arma de fuego. Si bien el manual del Ministerio de Educación se pone en el caso de que el intruso lleve un arma de fuego, un funcionario admitió que un escenario de ese tipo es difícil de concebir. Pero eso fue lo que ocurrió.
¿Qué hacer en esas circunstancias?
El director de una escuela en la región de Kinki dijo que él no podría asegurar que un incidente como el de Toyama sería imposible en su colegio. Este mes, la escuela de Kinki realizó un simulacro, con la participación de la policía, para simular un escenario en el que un extraño irrumpe en sus instalaciones.
Otra persona relacionada con una escuela de primaria dijo a Mainichi: «No es imposible que un desconocido que lleva un arma de fuego entre en un colegio. Sería difícil para los maestros enfrentar solos esa situación».
Un hombre que tiene un hijo en la escuela de Toyama cree que es imposible protegerse de las armas de fuego. (International Press)
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