En 2017, 28,69 millones de turistas extranjeros visitaron Japón. Se espera que este año la cifra supere los 30 millones y que alcance los 40 millones en 2020, año en que Tokio albergará los Juegos Olímpicos y Paralímpicos.
Las líneas aéreas de bajo coste se están expandiendo y los aeropuertos planean ampliar sus instalaciones.
Pintado así el escenario, queda claro que si algo necesitan los aeropuertos en Japón es más personal. Lo que está ocurriendo, sin embargo, es lo contrario.
Los bajos salarios y las largas horas de trabajo hacen muy difícil que los principales aeropuertos del país puedan retener a los inspectores de equipajes, revela la agencia Kyodo.
El tema es particularmente preocupante no solo por el aumento de turistas, sino también por la proximidad de los Juegos Olímpicos, que incrementan el riesgo de que se produzca un ataque terrorista.
Entre el 20 y el 30 % de los inspectores que trabajan en la primera línea de seguridad en los aeropuertos están renunciando a sus puestos, advierte Makoto Natsume, presidente y CEO de Narita International Airport (NAA).
No es solo un problema de cantidad, sino también de calidad, subraya Natsume.
En término generales, si en un periodo de cinco años hasta 2016 el número de usuarios de aeropuertos subió alrededor de 40 % a 184 millones, en el mismo lapso el número de trabajadores de aeropuertos no creció, manteniéndose en unos 40.000.
Un estudio elaborado por el Ministerio de Trabajo de Japón en centros de trabajo relacionados con la seguridad de por lo menos 30 empleados, incluyendo a inspectores, halló que el salario mensual promedio ascendió a 235.000 yenes (2.143 dólares) en el año fiscal 2016, alrededor de 127.000 yenes (1.158 dólares) por debajo de la media en todas las industrias.
Además, en promedio trabajaban 19 horas mensuales más que la media.
¿Por qué se paga poco a los inspectores de seguridad? Porque su contratación se externaliza a compañías especializadas que, debido a que la competencia por ganar los pedidos de personal de los aeropuertos es fuerte, bajan sus precios, explica Kyodo.
Un representante de una compañía que abastece de inspectores a los aeropuertos subraya que estos deben reconocer la importancia del personal de seguridad.
Narita ha tomado algunas medidas para retener a su personal. Por ejemplo, ha extendido el servicio de guardería en el aeropuerto para ayudar a las trabajadoras que son mamás. (International Press)
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