Corea del Norte expresó su disposición a conversar con Estados Unidos «en cualquier momento, en cualquier formato», después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció la cancelación de la cumbre alegando una “enorme ira” y una “abierta hostilidad” mostrada por Pyongyang en unas recientes declaraciones.
A través de un comunicado hecho público por su Ministerio de Asuntos Exteriores, en un gesto aparentemente conciliador, Corea del Norte afirmó estar «dispuesto a dar tiempo y oportunidades a Estados Unidos» para reconsiderar su decisión.
Muchos esperaban una respuesta belicosa de Corea del Norte a Trump, subraya AP.
Sin embargo, el primer viceministro de Asuntos Exteriores de Corea del Norte, Kim Kye-gwan, dijo que el objetivo de su país de “hacer todo lo posible por la paz y la estabilidad de la península coreana y toda la humanidad permanecerá sin cambios».
Kim calificó la decisión de Trump como «inesperada» y «muy lamentable». Asimismo, dijo que la cancelación de la reunión muestra cuán grave es la situación de las relaciones entre ambos países, históricamente hostiles, y la urgencia de realizar una cumbre para mejorarlas.
El alto funcionario norcoreano trasladó a EEUU la culpa de lo que Trump llamó hostilidad por parte del Corea del Norte. Kim dijo que ellos respondieron a los comentarios «excesivos» de Estados Unidos, que los presionaban para «desechar unilateralmente» sus armas nucleares antes de la cumbre.
Aunque Kim dijo que su país valora los esfuerzos de Trump para llevar a cabo la cumbre entre las dos naciones, algo que los anteriores presidentes de Estados Unidos no estuvieron dispuestos a hacer, subrayó que su decisión de cancelar la reunión los ha obligado a repensar si los esfuerzos que ha realizado hasta ahora Corea del Norte y el nuevo camino que ha tomado han sido la elección correcta.
Por otro lado, el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, dijo estar “muy perplejo” por el sorpresivo anuncio de Trump. (International Press)
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