Shoya Kitano, un bebé de cinco meses, murió repentinamente en su casa en la prefectura de Hyogo el 4 de octubre del año pasado. Al día siguiente, después de una autopsia solicitada por la policía, los padres del bebé fueron a la estación policial a recoger su cuerpo.
Después de la autopsia, la policía determinó que no había delito y se comunicó con la empresa funeraria Heian para que se encargara del cuerpo.
Una vez en su casa, después de quitarle las vendas alrededor de la cabeza, los padres descubrieron que una bolsa de plástico de una tienda de conveniencia la envolvía.
Los padres presentaron una demanda contra Heian por envolver los restos de su hijo con una bolsa de plástico desechable, informó la agencia Kyodo.
La demanda fue presentada en el Tribunal de Distrito de Kobe.
La pareja exige una compensación de 2,2 millones de yenes (19.777 dólares) por el daño emocional causado. Ellos consideran que Heian trató de manera inadecuada el cuerpo de su hijo.
Un funcionario de Heian, de acuerdo con los demandantes, les explicó que habían usado una bolsa de plástico para evitar que el fluido corporal se filtrara.
La madre del niño dijo que con su demanda buscan que no se realicen prácticas similares en la industria funeraria y que reconsideren la forma en que tratan los cuerpos.
La empresa declinó pronunciarse sobre el caso. (International Press)
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