Desde octubre del año pasado funciona en el Aeropuerto de Haneda un sistema de reconocimiento facial que se aplica a japoneses que retornan a su país. Las tres máquinas existentes atienden al 20 % de los viajeros nipones.
El gobierno de Japón prevé expandir la tecnología a otros cuatro aeropuertos (Narita, Kansai, Chubu y Fukuoka) y en el mismo Haneda con la instalación de un total de 134 máquinas.
Además, desde el año fiscal 2019 el sistema se aplicará también a los extranjeros que salgan de Japón a través de los cinco aeropuertos, informó Yomiuri Shimbun.
El sistema forma parte de las medidas antiterroristas del gobierno de cara a Tokio 2020.
¿Cómo funciona?
El viajero coloca su pasaporte sobre un lector electrónico y su rostro cerca de una cámara adjunta. La fotografía almacenada en el chip del pasaporte es comparada con la imagen tomada en inmigración para verificar que se trata de la misma persona.
El proceso toma unos 15 segundos y está diseñado de tal forma que reconoce los cambios físicos relacionados con la edad. Un solo oficial de inmigración puede supervisar el sistema, dejando libre a otros para que realicen diversas tareas. (International Press)
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