En un periodo de diez años, entre los años académicos 2007 y 2016, 63 profesores de escuelas públicas de Japón murieron por exceso de trabajo, según información recogida por Mainichi Shimbun a través del Fondo para Compensación de Accidentes de Empleados del Gobierno Local.
La cifra real, sin embargo, sería mayor. Expertos consultados por el diario japonés sostienen que el número publicado es solo la punta del iceberg. Muchas familias de víctimas de karoshi “sufren en silencio en lugar de solicitar el reconocimiento (de la muerte por exceso de trabajo) y la compensación”.
La investigación de Mainichi halló 92 casos de solicitudes de reconocimiento de karoshi, de los cuales 63 fueron aprobados.
En la mayoría de casos, el proceso tomó un año.
El área metropolitana de Tokio registró ocho víctimas, seguida por las prefecturas de Kanagawa (6), Miyagi (5) y Osaka (4).
Para agravar las cosas, el gobierno de Japón carece de estadísticas sobre el número de casos de karoshi que involucran a profesores.
Entre 400 y 500 profesores de escuelas públicas mueren anualmente en Japón desde el año académico 2009, según un estudio del Ministerio de Educación que, sin embargo, no especifica la causa de la muerte.
De acuerdo con otro estudio, el 60 % de los profesores de secundaria y el 30 % de los de primaria trabajaron más de 80 horas extras mensuales (límite a partir del cual existe el riesgo de karoshi) en el año académico 2016. (International Press)
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