Los principales políticos del partido gobernante de Japón están presionando al gobierno para que responda a la sospecha de que burócratas falsificaron documentos en medio del escándalo de tráfico de influencias que amenaza con erosionar el liderazgo del primer ministro Shinzo Abe.
Durante meses, Abe ha luchado por mantenerse alejado de la sospecha de que un operador escolar usó sus lazos con la esposa de Abe para obtener un ventajoso descuento en un terreno para una escuela en la ciudad de Osaka.
La semana pasada, el periódico Asahi informó que algunos documentos relacionados con la venta sugerían falsificación.
El ministro de Finanzas, Taro Aso, y uno de sus burócratas más experimentados, han eludido repetidamente las solicitudes para presentar los documentos originales a la Dieta, frustrando a algunos políticos del partido gobernante.
«Si estos documentos se falsificaron, esto es algo que no se puede permitir «, dijo el miércoles Fumio Kishida, jefe de política del Partido Liberal Democrático (PLD) de Abe. «El Ministerio de Finanzas tiene que explicar esto, y esto es lo que el PLD pedirá al Ministerio de Hacienda que haga», señaló en declaraciones recogidas por Reuters.
Abe, ha negado reiteradamente que él o su esposa hicieron favores al ex jefe del operador escolar Moritomo Gakuen, Yasunori Kagoike.
Sin embargo, la incapacidad del Ministerio de Finanzas para ofrecer una explicación convincente en el parlamento de por qué Kagoike consiguió un trato ventajoso ha alimentado las dudas sobre el liderazgo de Abe. (International Press)
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