Un hombre en Japón conoce a una mujer en línea. Acuerdan conocerse en persona en un restaurante. El hombre acude a la cita, pero la chica que tiene delante no es como la de la foto de su perfil. Está desilusionado. Comen, pero el sujeto decide no quedarse hasta el final de la cita. Y se escabulle. No le dice nada a la chica y la deja sola en el restaurante. Lo peor es que huye sin pagar su parte de la cuenta.
El hombre creyó que el asunto había terminado ahí, por eso se sorprendió cuando lo llamó la policía para interrogarlo sobre el asunto. Al parecer, la chica había llamado a la policía para quejarse de que había tenido que pagar toda la cuenta. El sujeto no fue arrestado, ni multado, pero el asunto lo empujó a preguntarse por las implicancias legales de su acto, revela el sitio SoraNews24.
Para sacarse la duda de encima, el hombre acudió a un sitio en línea de consultas legales.
Ahí le explicaron que si él nunca hubiera tenido la intención de pagar su parte de la cuenta, si hubiera citado a la mujer en el restaurante solo para engañarla y comer gratis, entonces podría haber sido acusado de estafa.
El hombre aclaró que cuando acordó encontrarse con la mujer no lo hizo con la intención de que ella le pagara la cuenta. Fue en el restaurante, cuando descubrió que la chica no era como la había imaginado, que decidió huir. En ese caso, lo que hizo no puede tipificarse como estafa. Igual, lo que hizo estuvo mal. (International Press)
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