El 5 de diciembre del año pasado, cuatro turistas japoneses, estudiantes de la Universidad de Bolonia, entraron a un restaurante en Venecia.
Consumieron cuatro chuletas, un pescado y agua, y les cobraron la friolera de 1.143 euros (155.000 yenes / 1.406 dólares).
Los japoneses acudieron a la policía de Bolonia y la noticia se viralizó.
Dos periodistas italianos fueron al mismo restaurante (Osteria de Luca), pidieron lo mismo y les cobraron 82 euros (11.000 yenes / 101 dólares). La diferencia es sideral.
Hasta el alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, se pronunció sobre el incidente en Twitter: “Si este episodio vergonzoso se confirma, haremos todo lo posible para castigar a los responsables. ¡Estamos a favor de la justicia, siempre!». (International Press)
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