El hallazgo de una grieta de 16 centímetros en un tren bala nipón (shinkansen) en marcha, que podría haber causado un accidente, se ha convertido en el primer incidente grave desde que este transporte comenzara a operar hace más de 50 años.
La grieta fue encontrada en el chasis de un tren en movimiento el 11 de diciembre, confirmó hoy a Efe un portavoz de la compañía ferroviaria que opera el servicio, West Japan Railway (JR West), quien explicó que ya se han revisado 80 vagones y que sólo en uno se detectaron problemas.
Según el Ministerio japonés de Transporte, este es el primer «incidente grave» que afecta el sistema de tren de alta velocidad japonés y podría haber ocasionado un descarrilamiento.
La grieta se encontraba en el marco de acero que sostenía el conjunto de ruedas del modelo Nozomi 34 que cubría la ruta entre Hakata (sur) y Tokio, y estaba a punto de romperse, por lo que de haber continuado en marcha habría ocasionado un accidente serio.
El modelo Nozomi tiene capacidad para más de 1.300 pasajeros.
El tren bala tuvo que detenerse en la estación de Nagoya, a unos 350 kilómetros de su destino final, tras circular durante más de tres horas con un olor y ruido anormales.
«El incidente es inaceptable y somos conscientes de que se trata de un caso grave», dijo hoy el presidente de JR West, Tatsuo Kijima, en una rueda de prensa.
Kijima lamentó que el tren no se detuviera «inmediatamente después de notar las irregularidades» y aseguró que los detalles del incidente se están investigando para evitar que se repita.
La seguridad se convirtió en una prioridad para la compañía ferroviaria después de que un descarrilamiento en un tren de cercanías en 2005 causara la muerte de 106 pasajeros y el conductor en la prefectura de Hyogo (sur). (EFE)
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