La japonesa, que reside en Canadá y es una activista antinuclear, conmovió al público con el relato de la terrible experiencia que sufrió tras el bombardeo atómico.
ICAN impulsó el histórico tratado de la ONU de prohibición de armas nucleares aprobado en julio y al que Japón no se adhirió.
El gobierno nipón no piensa variar su postura.
El ministro portavoz del gobierno de Japón, Yoshihide Suga, ratificó que Japón no firmará el tratado, informó Mainichi Shimbun.
Suga elogió el premio otorgado a ICAN: «Compartimos el mismo objetivo de eliminar las armas nucleares. (El gobierno de Japón) está muy satisfecho de que esto promueva la conciencia y el ímpetu para el desarme nuclear y la no proliferación».
Sin embargo, dijo que el gobierno de Japón y el tratado de la ONU tienen diferentes enfoques con respecto a cómo lidiar con el tema.
El ministro de Asuntos Exteriores de Japón, Taro Kono, también recibió con beneplácito el galardón a ICAN.
No obstante, matizó: «Es esencial buscar formas de avanzar de manera realista en el desarme nuclear, respondiendo apropiadamente a las amenazas reales, incluyendo los programas de desarrollo nuclear y de misiles de Corea del Norte”.
Pese a ser el único país víctima de un ataque nuclear, Japón se resiste a firmar el tratado debido a que depende de la protección nuclear de Estados Unidos. (International Press)
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