Todo indica que la pieza, de unos 9.5 centímetros de largo y 200 gramos de peso, cayó desde un helicóptero militar de Estados Unidos.
El alcalde de Ginowan, Atsushi Sakima, presentó una protesta ante el ministerio de Defensa de Japón por el incidente, reportó la NHK.
Sakima dijo que es indignante que una guardería haya pasado por esa desagradable experiencia.
Asimismo, declaró que lo ocurrido puso en evidencia los peligros que amenazan la vida de los residentes.
El alcalde presentó una carta para exigir que los aviones militares estadounidenses dejen de volar sobre zonas residenciales hasta que se determine la causa del incidente.
Sakima se reunió con el jefe de la oficina en Okinawa del Ministerio de Defensa, quien reveló que aún no han recibido explicación de EEUU sobre lo ocurrido. (International Press)
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