Tras la detención de un soldado de Estados Unidos por causar la muerte de un conductor japonés en Okinawa, las fuerzas militares estadounidenses en Japón decidieron prohibir el consumo de alcohol a todo su personal.
La medida estará vigente hasta nuevo aviso, informó la NHK.
El personal militar no puede beber en las bases ni fuera de ellas. Además, se ha impuesto un toque de queda nocturno.
El domingo, el marine Nicholas James MacLean (21) chocó contra el vehículo de un hombre de 61 años en una calle de la ciudad de Naha. La víctima murió en el hospital al que fue trasladado.
El nivel de alcohol del estadounidense, que conducía un camión militar de dos toneladas y sufrió heridas menores, triplicaba el límite legal permitido. (International Press)
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