El fabricante nipón Subaru anunció que planea llamar a revisión unos 255.000 vehículos comercializados en Japón, tras admitir que usó personal no cualificado para realizar las inspecciones de seguridad en dos de sus plantas en el país.
Subaru, que descubrió esta práctica irregular tras una investigación interna, explicó que no se ha sometido a la regulación nipona de licencias durante por los menos las tres últimas décadas en dos de sus plantas en la prefectura de Gunma (centro).
El motivo es que la empresa aplicaba su propia normativa para que las inspecciones las realizara personal con experiencia técnica aunque sin la licencia exigida por la ley nipona, según explicó el presidente de la compañía, Yasuyuki Yoshinaga, en rueda de prensa.
Yoshinaga añadió que el fabricante ha enviado los resultados de la investigación interna al Gobierno nipón y que junto a éste decidirá el próximo lunes la posible llamada a revisión de unos 255.000 vehículos comercializados en el país asiático.
La revisión también podría afectar al modelo deportivo Toyota 86, fabricado conjuntamente por Subaru y por el gigante nipón del automotriz.
Los coches que serían llamados a revisión son aquellos comercializados hace menos de tres años, ya que los vendidos a partir de ese plazo deben pasar obligatoriamente una primera revisión técnica.
Las acciones de Subaru llegaron a caer el viernes más de un 3 por ciento durante la primera parte de la sesión de la Bolsa de Tokio, y terminaron la jornada con pérdidas del 2,6 por ciento.
La práctica desvelada coincide con la del también fabricante nipón Nissan, que anunció a principio de mes una llamada a revisión de 1,2 millones de vehículos en Japón tras admitir irregularidades en las inspecciones de seguridad de algunos modelos.
Los vehículos afectados pasaron revisiones de seguridad por parte de personal que no contaba con la cualificación necesaria, y por tanto incumplen la normativa nipona, según reconoció Nissan, cuya alianza con Renault fue en el primer semestre del año el mayor vendedor mundial de vehículos.
Los fabricantes en Japón está obligados a realizar inspecciones de mecanismos como los frenos o la dirección para garantizar su seguridad antes de ser distribuidos y estas deben ser llevadas a cabo por empleados certificados por las autoridades. (EFE)
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