A muchos padres en Japón les preocupa que sus hijos no se casen. Y pasan a la acción, inscribiendo a sus hijos en servicios que prometen conseguirles esposos o esposas.
En el año fiscal 2016, se registraron 1.983 quejas contra las compañías que brindan estos servicios. Más de la cuarta de las quejas provinieron de padres molestos porque sus hijos no encontraron pareja. Peor aún, hubo padres que dijeron que las empresas los culparon de que sus hijos no se pudieran casar.
La información fue hecha pública por el Centro Nacional de Asuntos del Consumidor de Japón, reveló Mainichi Shimbun.
Un funcionario de esta organización aconsejó a los padres que antes de inscribir a sus hijos en uno de estos servicios lo hablen bien con ellos.
No son nada baratos. Un cliente llegó a pagar más de ocho millones de yenes (70.000 dólares) por uno de ellos.
A unos padres les cobraron 2,5 millones de yenes (22.000 dólares) como “cuota de matrimonio” presentándoles como potencial pareja a un extranjero sin previo aviso.
Estos servicios están regulados por una ley que permite al usuario un plazo máximo de ocho días después de la firma de un contrato para cancelarlo y exigir la devolución de su dinero. Algunas empresas no cumplen con esta ley. (International Press)
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