Proclamarse seis veces consecutivas campeón del mundo de gimnasia y ganar por el camino dos oros olímpicos es una gesta que ha estado al alcance de una sola persona, un japonés de 52 kilos y 1,62 metros que atiende por Kohei Uchimura y que desde este lunes peleará en Montreal por su séptimo título mundial.
Uchimura fue en 2013 el primer gimnasta de la historia en acumular cuatro títulos mundiales y desde entonces no ha hecho sino ensanchar ese récord, hasta sumar los seis que ya tiene y con la perspectiva de añadir el séptimo a sus 28 años, una edad a la que los gimnastas suelen estar ya jubilados.
Diecinueve medallas mundiales y siete olímpicas lucen en las vitrinas del «rey Kohei» si a los títulos en el concurso completo se suman los podios por equipos o por aparatos. Ni remotamente hay otro gimnasta que se le acerque.
Uchimura desea llegar en activo a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y va a intentar, de paso, aumentar su palmarés con nuevos trofeos.
Su principal oponente en Montreal será, como sucedió en 2016 en los Juegos, el ucraniano Oleg Verniaiev, que en Río marchó por delante hasta el último aparato de la final. El oro se decidió en la barra, que dio al japonés su segundo titulo olímpico absoluto con una ventaja de 0,099 puntos.
Quienes han coincidido con Verniaiev en las últimas copas del mundo, entre ellos el seleccionador español, Fernando Siscar, aseguran que no está tan fino como en los Juegos. Pero será el Estadio Olímpico de Montreal el que dicte sentencia.
Las renovadas delegaciones china y estadounidense, la mezcla de veteranos y jóvenes de Rusia y grandes especialistas en sus aparatos, como el japonés Kenzo Shirai en suelo, el británico Max Whitlock en caballo con arcos o el griego Eleftherios Petrounias en anillas, serán otros gimnastas a tener en cuenta.
En mujeres habrá nueva campeona, puesto que la estadounidense Simone Biles disfruta de un año sabático tras la gloria olímpica (cinco medallas, cuatro de ellas de oro).
También se echará de menos a la rusa Aliya Mustafina, bronce en Río 2016 y que fue madre en junio.
Los equipos femeninos se han renovado en mayor medida que los masculinos, así que los podios se presentan totalmente abiertos. Montreal ofrecerá las primeras pistas paras saber qué mujeres dominarán este ciclo olímpico.
Además de un nuevo código de puntuación, los Mundiales de Montreal estrenan reglas de desempate para evitar que, como sucedió en la anterior edición, cuatro gimnastas compartan la medalla de oro (ocurrió en las barras asimétricas).
En las finales pos aparatos, a igualdad de notas prevalecerá la puntuación parcial en ejecución y luego la de dificultad. En el concurso completo se sumarán los tres mejores aparatos en mujeres y los cinco mejores en hombres para deshacer los empates. (EFE)
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