El 25 de diciembre de 2015, una joven de 24 años que trabajaba en la compañía Dentsu se suicidó. Su caso ganó notoriedad pública después de que las autoridades japonesas determinaron que la mujer, Matsuri Takahashi, se había quitado la vida por exceso de trabajo.
El presidente de Dentsu, Toshihiro Yamamoto, admitió hoy, durante un juicio que se realiza en el Tribunal Sumario de Tokio, que la empresa violó la ley al forzar a sus empleados a trabajar más horas extras (zangyo) de las permitidas, informó la agencia Kyodo.
Yamamoto también se disculpó por la muerte de Matsuri Takahashi. «Ofrezco mi más sincera disculpa por la pérdida de una valiosa vida. Mi mayor responsabilidad es asegurar que un incidente de este tipo no se repita nunca».
Entre octubre y diciembre de 2015, el gigante de la publicidad forzó a Takahashi y otros tres empleados a trabajar entre 3 horas y 30 minutos y 19 horas y 23 minutos más del límite de 50 horas extras mensuales establecidas por un acuerdo laboral.
La fiscalía demandó que Dentsu sea multada con 500.000 yenes (alrededor de 4.400 dólares) por priorizar sus ganancias y relegar a un segundo plano la salud física y mental de sus trabajadores.
Además, hizo hincapié en que pese a las advertencias hechas por las autoridades para que modifique su política laboral (en otras palabras, para que no explote a sus empleados), incluso antes del suicidio de Takahashi pues ya tenía antecedentes, la compañía no corrigió las cosas.
Está previsto que el tribunal emita su sentencia el 6 de octubre.
La muerte de Takahashi generó una amplia discusión en Japón sobre las excesivas horas extras que se realizan en el país asiático. (International Press)
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