El pueblo de Nishikata, ubicado en la prefectura de Tochigi, como tantos otros en Japón, sufre el declive y el envejecimiento de su población.
Aproximadamente un tercio de sus 6.300 habitantes tiene 65 años o más. Hace cuatro años, la proporción ascendía a 25 % y su población total era un 4,5 % más. Lo dicho: cada vez menos y cada vez más viejos.
En este pueblo, ubicado a 115 kilómetros de Tokio, el gobierno de Japón está realizando ensayos con autobuses autónomos, revela Asahi Shimbun.
Nishikata es una de las comunidades rurales, con pocos servicios de autobuses y taxis, en las que Japón está llevando a cabo pruebas para suplir esa carencia.
Los ensayos se están realizando con un autobús con seis asientos, el Robot Shuttle, que, por ejemplo, lleva a ancianos a un complejo municipal que presta servicios médicos.
Una mujer de 77 años que aún conduce declaró a Asahi que le preocupa no poder salir de su casa cuando ya no esté en capacidad de manejar. Los servicios de autobuses en el pueblo son escasos.
La anciana dijo que «a medida que las personas en el pueblo se hacen mayores y los más jóvenes se van, va a ser más difícil conseguir ayuda para desplazarse».
Otro de los participantes aseguró que el viaje es cómodo y seguro. El autobús se desplaza a unos 10 kilómetros por hora.
Eso sí, un hombre de 72 años dijo que aunque el autobús podría ser útil en el futuro, le gustaría que no fuera tan lento. Al menos que vaya a 40 kilómetros por hora, remarcó.
Los ensayos servirán para evaluar la seguridad del vehículo ante charcos o escombros, entre otros obstáculos que podría encontrar en el camino.
Si las pruebas tienen éxito, estos servicios podrían comenzar a funcionar en comunidades rurales en 2020.
Las paradas en las carreteras podrían servir como puntos de partida para transportar a los ancianos a hospitales, tiendas y bancos.
Hiroshi Nakajima, director de automoción de DeNA, una firma que desarrolla softwares y forma parte de la iniciativa, explicó que los pueblos pequeños están envejeciendo a mayor velocidad que las ciudades, y que no hay suficientes conductores para manejar autobuses y taxis. (International Press)
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