453.096 surcoreanos y 32.461 norcoreanos viven en Japón, según cifras del gobierno nipón correspondientes al año pasado.
Muchos residentes de origen coreano en Japón temen ser objeto de rechazo público ante las crecientes amenazas norcoreanas.
Aunque tras las últimas acciones de Corea del Norte (el lanzamiento de un misil que sobrevoló territorio japonés a fines del mes pasado y un test nuclear a principios de este), al parecer, no han aumentado las manifestaciones públicas contra la comunidad de origen coreano en Japón, en el pasado, en circunstancias similares, sí ha sido blanco de ataques por parte de nacionalistas japoneses, subrayó Reuters.
En Osaka, ciudad donde reside la mayor población de origen coreano, pocos se muestran dispuestos a hablar en público sobre Corea del Norte y no existe unanimidad con respecto al régimen que lidera Kim Jong-un.
Por ejemplo, Pu Kyon Ja, una mujer que posee una tienda de venta de ropa tradicional de Corea y residente coreana de segunda generación, dice que la decisión de Corea del Norte de aprovisionarse de armas nucleares fue una reacción natural contra las amenazas de Estados Unidos.
«No puedo decir esto en voz alta, pero en secreto pienso que estuvo bien», dice la mujer con respecto al desarrollo nuclear de Corea del Norte, país que a su juicio está “bajo una gran presión (de la sociedad internacional), que creo que debería terminar”.
Chung Kap-Do, otro coreano de segunda generación, opina distinto: Corea del Norte debe detener sus provocaciones y buscar la paz a través del diálogo con Corea del Sur. El hombre es realista: Corea del Norte no puede derrotar militarmente a Estados Unidos, así que espera que cambie de rumbo.
Muchos coreanos fueron obligados a trasladarse a Japón durante la ocupación japonesa de la península coreana entre 1910 y 1945. (International Press)
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